Las visitas frecuentes al dentista pueden ser cero traumáticas y mucho menores, si en casa y a diario practicas una excelente higiene bucal y, además, te alejas de prácticas que comprometerán la salud de tus dientes.
Esos hábitos son los siguientes:
- Morderte las uñas. Es un acto que desgasta y agrieta el esmalte dental y propicia que las bacterias que causan la caries pueden ingresar con facilidad a la dentina y dañen el diente. A veces provoca dolor en la mandíbula, tensión muscular mandibular, dolor de cabeza.
- Usar tus dientes como herramienta. Los dientes no son para abrir botellas, sujetar cosas, destrabar nudos difíciles y menos cortar cosas que no sean los alimentos. Al usarlos de esa manera puedes llegar a hacerles fracturas que permitirán el ingreso de bacterias a la dentina.
- Enjuagues bucales como blanqueadores. El alto contenido de alcohol en los enjuagues bucales los hace dañinos para la boca, porque mata todo allí, lo bueno y lo malo. Hay que preferir colutorios sin alcohol y dejar el blanqueamiento para hacerlo con un profesional.
- Vitaminas en forma de gomas. Generalmente a los niños se les administra vitaminas en forma de gomas dulces o un batido. Pero el azúcar que los componentes no ayudan a los dientes y los pueden comprometer para el futuro.
- Beber agua con gas, gaseosas, vino, café y/o infusiones ácidas. Las bebidas carbonatadas, así como las oscuras, afectan la salud de los dientes y tampoco se salvan las bebidas sin azúcar. Las primeras, porque por el alto contenido de azúcar causan caries, las segundas manchan la dentadura, y las terceras porque generan acidez en la boca, lo que produce desmineralización, un proceso por medio del cual se rompe el esmalte dental.
- Comer refrigerios con frecuencia. Los nutricionistas aconsejan comer en pequeñas cantidades y de manera muy frecuente para bajar de peso y mejorar la salud digestiva, pero esto no es tan bueno para la salud dental. Ya que la frecuente comida aumenta el nivel de pH en tu boca.
- Fumar. No solo afecta los pulmones, tus dientes se quedarán con restos de nicotina y otros agentes químicos que con el tiempo no solo manchan los dientes, sino que desgastan el esmalte.
- Cepillarse justo después de comer. Después de comer, los dientes quedan bastante vulnerables debido a la acidez que genera ingerir alimentos. Si te cepillas la boca luego de comer, corres el riesgo de provocar fracturas muy pequeñas en el esmalte dental.
Fuente: Dentista en tu ciudad
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