¿Cómo debe ser la higiene durante el tratamiento de ortodoncia?

Con el tratamiento de ortodoncia, el dentista consigue alinear tus dientes, pero tú eres el responsable de mantenerlos limpios y sanos, mediante una buena higiene.

Mientras se lleven los brackets, tendremos que retirar bien los restos de alimentos de los dientes y encías después de cada comida y realizar enjuagues con flúor, ya que éstos restos contribuyen junto con las bacterias, a la formación de la placa bacteriana, que es una película que se forma sobre los dientes

Si no la eliminamos bien de los dientes y de los brackets cada día puede causar inflamación de las encías, sangrado y producir unos ácidos que desmineralizan el esmalte, reblandeciéndolo y al retirar el aparato, podrían quedar ‘manchas blancas’ e incluso caries.

Estas manchas blancas nunca salen en la zona donde estaba pegado el bracket, siempre las veremos en zonas menos accesibles al cepillo, como suele ser el esmalte más cercano a la encía.

Para evitar esto, se recomienda un correcto cepillado y la utilización de flúor, que tienen la capacidad de remineralizar ese esmalte que puede haber sido atacado por los ácidos.

Una manera fácil es hacerlo en forma de círculo y siguiendo un orden. Primero se empezaría por arriba de derecha a izquierda, pasando por todos los dientes. Se seguiría por la parte inferior de izquierda a derecha y volvemos a la parte superior, pero ésta vez se cepillaría por la cara donde se muerde, por la parte interna de los dientes, y al final del todo la lengua. Es importante hacerlo despacio y enjuagarse y mirarse en el espejo, por si quedan restos. En ese caso, repetirlo hasta eliminar del todo la placa. Debemos cepillarnos después de cada comida, más aún con los brackets.

Por la noche se hará un cepillado más completo. Después se pasará el cepillo interdental por debajo del arco entre los brackets para retirar cualquier resto que quede y con un cepillo más suave, especial de encías y humedecido con agua, se pasará en la unión del diente y encía, que es la zona donde más placa se suele quedar, y donde más frecuentemente se produce el sangrado, haciendo círculos, masajeando la encía quince segundos por diente. Por último, enjuagarse con flúor.

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