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El miedo al dolor y la ansiedad ante un tratamiento desconocido son los motivos principales por los que muchas personas se resisten a acudir a la clínica dental.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 15% de la población padece miedo intenso o fobia a acudir a la consulta del dentista. El problema de esto es que las personas que no acuden a la consulta del dentista de manera regular por miedo están comprometiendo seriamente su salud general.
No llevar a cabo los cuidados o tratamientos necesarios provoca daños que van más allá de la pérdida de dientes, los dolores constantes o el empeoramiento estético de la sonrisa. La falta de atención puede originar enfermedades periodontales, que afectan negativamente a la diabetes, aumentan las posibilidades de tener un parto prematuro o incrementan el riesgo de sufrir un infarto.
A continuación, os dejamos una serie de consejos para que la visita al dentista sea más agradable:
- Elige un dentista de confianza: antes de empezar cualquier tratamiento, es fundamental solicitar una cita con el odontólogo que lo va a llevar a cabo y poder tratar con él los miedos e inquietudes que tengas.
- Escoge la cita por la mañana: de esta manera, evitarás estar pensando en ello todo el día.
- Acude acompañado y mantén la mente ocupada leyendo o escuchando música: estar entretenido durante el tiempo de espera te ayudará a disminuir los nervios y la ansiedad.
- Practica técnicas de relajación para controlar la respiración o respirar de manera profunda.
- Escucha música mientras estás en el sillón del dentista: llevar tu propia música con auriculares evitará que escuches el “temido” ruido del instrumental utilizado por dentistas y auxiliares.
- Acuerda un gesto con el dentista en caso de molestias o dolor: estarás más tranquilo si sabes que el profesional va a dejar de hacer lo que esté haciendo inmediatamente si se lo pides.
Además en Clinica Dental Alaia contamos con la innovadora técnica de la Sedación consciente
El propósito principal de la sedación es reducir el nivel de ansiedad o miedo que el tratamiento dental les pueda originar a nuestros pacientes. Así mismo, permitirá hacer más confortable someterse a determinados tratamientos más complejos o largos.
La sedación con óxido nitroso y oxígeno consiste en la administración de estos dos gases a través de una máscara nasal en una proporción adaptada a mis necesidades.
Mediante la administración de éste fármaco se producirá una alteración de mi nivel de consciencia junto con un aumento del nivel de relajación, sin llegar a perder completamente la noción de lo que ocurre a mi alrededor.
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