Desde pequeña tuve la convicción de dedicarme a algo relacionado con ciencias de la salud, ya que ayudar a las personas es lo que más me ha conmovido siempre.
Cuando tuve que decidirme por una carrera en concreto me acordaba mucho de cuando tenía 12 años y acudía mensualmente a mi Ortodoncista, donde observaba todo a mi alrededor en las largas esperas de aquella salita.
Me resultaba curioso que con esos ajustes, mis dientes fuesen tomando cada vez mejor posición.
Vocacionalmente he nacido para ayudar a otros, y qué mejor forma que devolviendo sonrisas a aquellos que la han perdido o creando nuevas, para hacer felices a los que en mí confían su salud bucodental.
El proceso de convertirme en odontólogo no fue simplemente una elección académica, sino un compromiso vitalicio con la excelencia y el servicio.
A través de rigurosos años de estudio y formación, adquirí los conocimientos y habilidades necesarios para no solo diagnosticar y tratar enfermedades bucodentales, sino también para establecer una relación empática y compasiva con mis pacientes. Cada interacción con un paciente es una oportunidad para brindar cuidado y apoyo, para educar y prevenir, para ser un faro de esperanza en momentos de angustia.
Mi trayectoria como odontólogo se ha caracterizado por una búsqueda constante de la excelencia clínica y humanística. Desde el perfeccionamiento de técnicas quirúrgicas hasta la implementación de programas comunitarios de salud oral, mi compromiso con la mejora continua se refleja en cada aspecto de mi práctica profesional.
Reconozco que el privilegio de ejercer la odontología conlleva una responsabilidad ética y moral hacia mis pacientes y hacia la sociedad en su conjunto, y es un compromiso que asumo con humildad y dedicación.
A lo largo de los años, he sido testigo de cómo una sonrisa transformada puede tener un impacto profundo en la vida de una persona. Detrás de cada tratamiento dental, hay una historia de confianza restaurada, de autoestima revitalizada, de dolor aliviado.
Esta conexión íntima entre la salud bucal y el bienestar emocional me motiva a continuar avanzando en mi carrera, explorando nuevas fronteras en la investigación y la práctica clínica, y abogando por una mayor conciencia sobre la importancia de la salud oral en la salud general.