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Los dientes y la boca son una de las partes más delicadas del cuerpo humano a las que muchas veces no les dedicamos todos los cuidados que requieren. Los expertos recalcan la importancia de hacerse limpiezas dentales profesionales al menos cada seis meses y a continuación se presentan algunos de los puntos por los que es tan importante realizar estos cuidados bucales.
¿Por qué debes hacerte una limpieza dental profesional?
Aunque te cepilles los dientes a diario, la placa se irá acumulando en tu boca y sin duda una limpieza dental profesional es la mejor forma que existe para prevenir enfermedades bucales.
En ocasiones se la denomina también profilaxis dental, y además de servir para eliminar las manchas y la placa de la boca, las limpiezas bucales son también una gran opción para eliminar el sarro que se acumula en las encías y en el cuello de los dientes.
Este sarro se forma a partir de colonias de bacterias, que al recubrirse de minerales se endurecen y se adhieren a los dientes con fuerza. Si se acumula mucho sarro de forma rápida, éste no desaparecerá con el cepillado diario y es por ello que será necesaria una limpieza bucal. Si no te realizas al menos una limpieza dental profesional al año, además de que puede ser realmente antiestético e incluso te puede causar caries, el sarro puede provocarte un problema de salud fuerte, como por ejemplo una gingivitis.
Esto sucede porque tu sistema inmunitario considerará a las bacterias como un cuerpo extraño y tratara de combatir la invasión de estos agentes externos con sangrado e inflamación, pudiéndose producir una inflamación crónica de tus encías. Además de la gingivitis, el sarro se asocia también a un riesgo más alto de pérdida de piezas dentales, así como a otras enfermedades que parecen tener poco que ver con los dientes, pero no es así, como pueden ser la demencia, las enfermedades cardiovasculares o la diabetes.
Por contra a lo que se suele creer, las limpiezas dentales son un proceso rápido, sencillo e indoloro que se realiza en una clínica dental bajo un procedimiento estandarizado que consiste en eliminar la placa de la superficie de los dientes mediante un instrumento de ultrasonidos, limpiando sobre todo la placa que se ubica justo encima de la encía (fuente: Wikipedia).
El sarro que se acumula en esa zona es el principal causante de la gingivitis, aunque, además de esta línea, también se limpian los depósitos de sarro que se ubican por debajo de las encías. En la mayoría de casos después se utiliza agua a presión con bicarbonato para eliminar las manchas presentes en la superficie de los dientes y en algunas ocasiones se completa la limpieza con hilo dental y se pulen los dientes con una pasta especial. Si las encías están muy hinchadas se aplicará un gel antiinflamatorio y después un flúor para completar la sesión.
Este procedimiento no daña el esmalte y aunque puede ser molesto si las encías están sensibles, no hay peligro ni son muy dolorosas, pero es recomendable acudir a clínicas profesionales y de calidad porque si el dentista hace el trabajo deprisa podría aumentar el dolor.
Este tipo de limpieza se puede realizar en cualquier tipo de clínica aunque suelen ser procedimientos que realizan los higienistas. Se deben elegir profesionales titulados, colegiados y autorizados para ello si no se quiere tener una mala experiencia.
Los protésicos y los auxiliares dentales no son los profesionales adecuados para hacer limpiezas dentales, ya que una mala limpieza podría suponer problemas graves para tus dientes y encías.
Fuente: https://www.levante-emv.com/blogs
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