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Los alimentos no te dejan los dientes más blancos

Hay alimentos que pueden contribuir a limpiar la superficie del esmalte, pero –al contrario de lo que mucha gente cree- por sí solo no dejan los dientes blancos.

Vamos a quitar los mitos y las publicidades engañosas del medio. Comer una manzana o una fresa, tomar zumo de naranja o masticar brotes de apio no te dejará los dientes blancos. Sí pueden contribuir a mejorar la salud dental, así como hay una larga lista de alimentos y bebidas que perjudican a los dientes. Pero por sí solo no tienen acción blanqueadora, como si fuera una pátina mágica que deja una sonrisa de anuncio de TV.

“No existe un grupo de alimentos que, de forma científicamente demostrable, nos ayuden a lucir unos dientes más blancos”, explica el doctor Bruno Baracco, vocal de la junta de gobierno del COEM (Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de I Región).

El color de cada diente depende de la dentina, que es un tejido interno recubierto por el esmalte. Si esta superficie está manchada o si esta película se elimina la sonrisa se verá con el color real de los dientes, pero no por ello quedarán más blancos.

Para tener los dientes con la mejor presencia posible no hay remedios mágicos. Lo ideal es lo más básico: lavarse los dientes dos a cuatro veces por día, y no unos segundos, sino limpiarlos al menos dos minutos por la cara frontal, superior y trasera. Y cuidarlos con el consumo de alimentos que sean ricos en fibra, agua y de textura consistente.

Alimentos recomendados para los dientes

Por ejemplo, masticar manzana, pera, judías verdes frescas, coliflor, rábano, pimiento, apio o zanahoria, entre otras frutas y verduras crudas “tienen un efecto barrido sobre la placa bacteriana”, detalla este odontólogo. Con su masticación los dientes ganan en limpieza y se evita que las encías se inflamen.

Tanto las frutas fibrosas como los vegetales son alimentos bajos en calorías, con una alta proporción de nutrientes, y que generan una mayor cantidad de saliva. El aumento de este fluido tampona el efecto de los ácidos de origen alimentario o por bacterias que causan caries, remineraliza los dientes e hidrata las mucosas orales, describe.

El arma de doble filo de los ácidos

Muchas personas y blogs (con escasa precisión científica) aseguran que las fresas blanquean los dientes por la presencia del ácido málico. En realidad este componente no es exclusivo de esta fruta, porque también se lo puede encontrar en las uvas, las cerezas, el membrillo o la manzana. Este ácido funciona muy bien como limpiador y antiséptico, pero “su capacidad blanqueadora es muy dudosa y puede llevar a engaño”, agrega este profesional.

Inclusive hay que tener cuidado porque si bien este y otros tipos de ácidos ayudan a eliminar las manchas superficiales de las piezas dentales, su abuso puede causar problemas de erosión, caries, y del deterioro progresivo del esmalte. Lo mismo sucede con los zumos de naranja y piña.

 

 

El problema reside en que el esmalte no puede regenerarse, y si se pierde, el aspecto y la forma del diente se altera, y puede derivar en casos de hipersensibilidad. Sí, ese molesto escalofrío cuando se prueban alimentos o bebidas frías.

Qué alimentos conviene evitar

Así como hay alimentos que ayudan a mantener una sonrisa más bonita, otros son un peligro contra la estética (y la salud bucodental, por supuesto). Entre los que pueden manchar los dientes están los vinos (sobre todo el tinto), el té verde y el negro, el café y los zumos de frutos rojos y morados como los de uva negra, arándanos, granada o moras. Todos ellos tienen una alta concentración de sustancias ricas en antioxidantes, como los polifenoles y taninos.

En este listado también se incluyen las salsas de soja, el curry, la cúrcuma, los vinagres balsámicos, y suplementos nutricionales como el propóleo, el betacarotena o las antocianinas.

 

 

Pero eso no implica que tengamos que dejarlos de consumir. Un buen truco para evitar que los dientes se tiñan de una coloración amarillenta o amarronada es ingerirlos con pajita, y enseguida lavarse los dientes.

La ayuda de los chicles

Muchas personas, sobre todo las que pasan casi todo el día en su trabajo, suelen masticar chicles sin azúcar tras la comida. Esto no reemplaza la eficacia del cepillado de dientes, pero este producto “puede ser un aliado para mantener una boca sana”, precisa Baracco.

Este tipo de chicles, explica, al pasear de lado a lado por la boca y entrar en contacto con los dientes y mucosas “es capaz de limpiar determinadas superficies de la dentadura, además de estimular la producción de saliva”.

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